¿Cuál es la fuente de inestabilidad actual de los mercados? ¿Qué podemos esperar para los próximos meses?
Publicado el 13 diciembre 2021
Los mercados han registrado durante las últimas semanas una mayor inestabilidad respecto de lo observado en meses previos. Si bien el proceso de vacunación avanza y la economía global se fortalece hacia el cuarto trimestre, hay factores que aún generan tensión en los inversionistas globales, lo que ha derivado en mayores eventos de volatilidad en lo más recientes. ¿Cuáles son los factores tras estas variaciones?
– Ómicron: El descubrimiento de la nueva variante de Sudáfrica ha generado bastante inquietud en el mercado dada la gran cantidad de mutaciones que presenta tanto a nivel general como en su proteína protectora, haciendo temer por sus potenciales características. Hasta el momento, la estadística revela que efectivamente la nueva cepa tiene una mayor capacidad de propagación, sin embargo, las cifras publicadas en Sudáfrica no dan cuenta de un incremento similar en materia de mortalidad. Es más, distintos laboratorios han destacada que sus vacunas serían capaces de hacer frente Ómicron en la medida que se cuenta con la dosis de refuerzo.
Aunque uno de los principales riesgos al proceso de recuperación global sigue siendo la aparición de variantes que sean capaces de eludir vacunas y tratamientos actuales, lo concreta es que al menos hasta ahora, Ómicron se enmarcaría en aquellas que pueden ser tratadas con los insumos actuales. Sin embargo, los riesgos para la actividad que se desprenden de esta cepa se mantienen. De hecho, vale la pena recordar que incluso en países con una alta tasa de vacunación, la actividad económica presentó una desaceleración en el tercer trimestre del año en la medida que Delta se expandía en occidente.
– Inflación: Los desbalances de oferta y demanda que han caracterizado la actual recuperación ha derivado en un rápido incremento de la inflación. De hecho, no sólo los indicadores de precios a nivel global han registrado importantes incrementos, sino que incluso durante la última semana la inflación en EE.UU. alcanzó el mayor registro en 40 años, superando con estos los niveles alcanzados en el período de crisis de materias primas previo a la caída de Lehman brothers.
El debate en esta materia se ha centrado la temporalidad o persistencia en la que este fenómeno se pueda enmarcar. Históricamente, los bancos centrales tienden a no reaccionar frente a shocks de oferta puntuales, con la intención de dejar que estos se diluyan en el tiempo, evitando así impactar innecesariamente a la actividad. Sin embargo, en caso se prever efectos de segunda vuelta (que generalmente toman lugar cuando se observa un desancle en las expectativas de inflación) las instituciones monetarias tienen a reaccionar con la intención de evitar un contagio mayor sobre los precios de las economías.
Actualmente la postura de distintas instituciones monetarias ha sido describir el fenómeno con una duración temporal. Sin embargo, si bien aún sin generar impactos mayores, podemos mencionar que éste ha perdurado más allá de lo pronosticado inicialmente, llevando a distintas instituciones monetarias a moderar sus estímulos a las economías. Basta con destacar lo que hemos visto recientemente en los bancos centrales de Latinoamérica o Europa Emergente, mientras que el consenso espera nuevos anuncios en las instituciones de los países desarrollados.
Por el lado de la Fed, la institución sostendrá su reunión durante los próximos días, para la cual el consenso espera el anuncio de una nueva moderación en la compra mensual de activos por US$15.000 millones, con lo que ya estaría adquiriendo US$30.000 millones menos que lo estipulado en el programa inicial. Asimismo, lentamente el consenso comienza a prever que la institución incrementaría su tasa incluso en la reunión de junio próximo. Otras instituciones desarrolladas llevan un proceso más adelantado, como el caso del Reino Unido. De no ser por Ómicron, probablemente el Banco de Inglaterra incrementaría su tasa en la reunión de este mes, sin embargo, la coyuntura actual llevaría a la institución a hacerlo en febrero.
Con todo, es natural que, en la medida que la economía global se recupere, los gobiernos y bancos centrales moderen sus estímulos, no obstante, una inflación más persistente puede requerir ajustes mayores, situación que impactaría el precio de los activos de mercado. Hasta ahora no es el escenario más probable, pero del que debemos seguir monitoreando con especial atención en vista de mantener saludables perspectivas para los mercados.
– China: Tras las tensiones enfrentadas en los meses anteriores, finalmente Ficth anunció que la compañía china Evergrande no habría cumplido con sus últimas obligaciones crediticias, catalogando el evento como un default. Si bien dicha situación no ha sido confirmada por las restantes clasificadoras de riesgo, la situación vuelve a poner de manifiesto los problemas que el gigante asiático pueda estar enfrentando en su sector inmobiliario. Para refrescar el escenario, debemos recordar que la empresa Evergrande contaría con pasivos del orden de US$300.000 millones, cifra no despreciable para la coyuntura histórica de las empresas que han cesado sus pagos. De todos modos, sólo un 6% aproximadamente de ésta se encontraría en mercados internacionales, lo que sigue enmarcando la situación en un problema local y controlable por las instituciones centrales de China.
Lo anteriormente expuesto, continúan siendo en su conjunto los principales factores de riesgos para los que el mercado se mantiene atento. De todos modos, debemos destacar que, tras la desaceleración registrada por la economía global en el tercer trimestre del año, los indicadores parciales dan cuenta que la actividad mundial se estaría reacelerando hacia el último cuarto, tal como muestran los indicadores vinculados a EE.UU. o incluso China, en donde la excepción pareciera ser Europa tras el reciente brote de COVID-19. Así, de no enfrentar sobresaltos inesperados, el escenario para el corto plazo seguiría siendo de mejora en la economía global con favorables resultados sobre los activos de riesgo.