Inversión en 2025: estrategias para un mundo en transformación
Publicado el 19 diciembre 2024
El 2025 se proyecta como un año de oportunidades y retos para los mercados financieros. Con un crecimiento moderado, ajustes monetarios y el impulso de la Inteligencia Artificial (IA), desde SURA Investments, esperamos un entorno de constante transformación.
Estas ideas fueron analizadas por nuestros expertos en el webinar «Inversión 2025: estrategias para un mundo en transformación», que contó con la moderación de Max Pinto, nuestro Gerente de Inversiones y Productos de Chile, y donde destacamos la relevancia de la gestión activa para maximizar las oportunidades de inversión.
Entorno económico global
Prevemos que el próximo año estará marcado por un crecimiento económico global moderado. En el caso de EE. UU., proyectamos un crecimiento del 2% con políticas fiscales expansivas y menor restricción en tasas de interés. Europa podría beneficiarse de la resolución del conflicto en Ucrania y la normalización de tasas del BCE. En Japón, vemos que el consumo mejorará gracias al aumento de salarios e inflación controlada. En China, en cambio, serán los estímulos gubernamentales los que impulsarán la demanda, aunque los problemas estructurales persistirán.
Oportunidades por región
De acuerdo con Mauricio Guzmán, Head de Estrategia de Inversiones de SURA Investments, el mercado de acciones en EE. UU. empezará a normalizarse, alejándose de las altas valorizaciones de los últimos dos años, por lo que esperamos un retorno del 10% para el S&P500, una expansión aún interesante si se tiene en cuenta que la inflación se viene controlando. Las tecnológicas seguirán destacándose, aunque con una brecha menor frente a otras empresas, un escenario en el que se destacarán otros sectores como el financiero y el de servicios públicos. Además, por fuera del índice también se destacarán las pymes orientadas al consumo interno.
En Latinoamérica, vemos que Chile, Perú y Colombia sobresalen. Chile podría ver un mejor desempeño del índice IPSA, y la deuda corporativa de la región ofrece retornos atractivos. Sin embargo, sugerimos cautela en Brasil, debido a la inflación persistente, y en México por las posibles políticas comerciales de la administración de Trump.
Al otro lado del mundo, en Asia, Japón se destaca por sus reformas corporativas y una mejor gobernanza empresarial. Mientras que en China, los estímulos podrían activar la demanda interna, aunque los riesgos estructurales persisten.
Proyecciones por clase de activos
Además de la Renta Variable, de la que ya hablamos, también vemos oportunidades en la Renta Fija, priorizamos activos de menor duración, dada la posible subida en la curva de rendimiento. Creemos que la deuda corporativa de alto rendimiento será clave en Estados Unidos y Latinoamérica, donde buscamos aprovechar las altas tasas iniciales de los bonos.
Para el Real Estate, esperamos una reactivación de las transacciones en los sectores residencial, logístico y multifamiliar, tras la disminución de los costos de financiamiento. Seguramente, muchas transacciones pospuestas en los últimos años se concretarán en 2025.
En materias primas, proyectamos estabilidad en los precios del petróleo Brent, con volatilidad por factores geopolíticos. La demanda de cobre podría desacelerarse con un crecimiento del 3.2%, mientras que el oro podría experimentar una corrección por la fortaleza del dólar y el alza de tasas de los bonos de EE. UU., aunque las compras de oro por parte de bancos centrales podrían amortiguar esta caída.
En cuanto a las criptomonedas como el bitcoin, que cierran el 2024 en sus mejores precios históricos, recomendamos cautela debido a su alta volatilidad y la falta de un modelo de valor confiable. Estas inversiones deben considerarse especulativas y solo para quienes estén dispuestos a asumirlos como un activo de riesgo, con alta correlación y apalancamiento hacia otros activos de riesgo.