La inflación da un respiro a la economía en América Latina, pero las reducciones de tasas seguirán siendo graduales
Publicado el 28 octubre 2024
Durante los últimos dos años y medio, los bancos centrales de todo el mundo han monitoreado de cerca la inflación, aplicando medidas de política monetaria que permitan la reducción del índice de precios al consumidor, sin enfriar excesivamente la economía.
Pero este delicado equilibrio, en el que se incrementan las tasas de interés para controlar el alza de precios sin frenar demasiado el crecimiento, genera preocupaciones en los mercados.
Por eso, la convergencia de la inflación hacia la meta en los países de la región, como hemos visto en los últimos meses, permite a los bancos centrales flexibilizar su política monetaria, impulsando la dinámica económica de sus respectivos países.
Estados Unidos: desinflación más lenta de lo esperado
En septiembre pasado, la Reserva Federal (FED) redujo por primera vez sus tasas de interés desde el inicio del ciclo inflacionario, sorprendiendo con un mayor recorte del esperado por el mercado. Dada la convergencia de la inflación y las señales de enfriamiento del mercado laboral, tomó la decisión de iniciar el proceso de recortes con una baja de 50pbs, mayor a los 25pbs esperados por el consenso.
En lo que queda de este 2024, la FED tiene programadas dos reuniones en las que puede tomar decisiones, mismas que serán informadas el 7 de noviembre y el 18 de diciembre. Nuestra expectativa es que recortará la TPM en 50pbs en lo que queda del año, hasta llevarla a 4.50%.
A pesar de que el proceso desinflacionario continúa, lo está haciendo a un ritmo inferior al esperado, y todavía hay cierta presión por parte de la inflación subyacente, lo que nos hace prever cautela por parte de la Reserva Federal.
Pero esa es una realidad que no solo vive EE. UU., sino que también es una preocupación para los países de América Latina, cuyos bancos centrales llevan varios meses reduciendo sus tasas de interés, aprovechando los márgenes que deja la inflación para incentivar el consumo e impulsar el crecimiento.
México: progresos moderados
La inflación en México ha venido disminuyendo gradualmente, impulsada principalmente por la caída en los precios de alimentos perecederos. En septiembre, el IPC anual cerró en 4.7%, mostrando avances importantes.
A pesar de esto, el Banco de México ha optado por mantener una política monetaria cautelosa, reduciendo las tasas de interés de forma moderada, y en la última reunión recortó la tasa de referencia en apenas 25pbs, aunque dio señales de sentirse confiado frente a la posibilidad de realizar futuros recortes.
Si bien estas reducciones apoyan la recuperación económica, la inflación en servicios sigue siendo un reto (5.2%), lo que podría limitar la velocidad de normalización monetaria.
Recientemente, Banxico cambió las fechas de reunión para la toma de decisiones de TPM para una semana después de los anuncios de la FED, por lo que señala que le da a importancia a su postura relativa, manteniendo bajo control los riesgos de un distanciamiento de políticas monetarias, que reste atractivo al mercado local bajo la mirada de los inversionistas.
Chile: un enfoque conservador
En Chile, la inflación acumulada hasta agosto fue de 3.4%, por encima de las expectativas del mercado, y se espera que el año cierre con una cifra cercana al 4.5%.
Durante las reuniones de septiembre y octubre, el Banco Central de Chile ha sido consistente en recortar las tasas de interés en 25pbs, llevando su tasa de intervención a 5.25%, pero preocupa la persistencia de factores inflacionarios en sectores clave como alimentos y electricidad.
De acuerdo con las estimaciones del BCCh, la reducción de la TPM hacia su nivel neutral sería algo más rápida que lo previsto en junio.
Colombia: un desafío persistente
En Colombia, aunque la inflación ha mostrado una notable caída, situándose en 5.81% anual en septiembre, la volatilidad del peso colombiano y los riesgos políticos y fiscales obligan al Banco de la República a ser precavido en sus decisiones.
Se espera que la inflación cierre el año cerca del 5.7%, lo que, si bien es una mejora, aún representa un desafío para la política monetaria y la estabilidad económica del país.
El Banco de la República ha respondido con cinco reducciones consecutivas en su tasa de interés de 50pbs, llevándola a 10.25%, una cifra aún muy alta en relación con sus pares.
De momento, quedan dos reuniones en el 2024, en las que esperamos que el BanRep acelere los recortes a 75pbs para cerrar el año en 8.75%.
Perú: una recuperación controlada
Perú ha sido uno de los países con mayor éxito en controlar la inflación, que se sitúa actualmente en 1.77%, acumulando 6 meses dentro del rango meta del Banco Central.
Dicho control ha permitido la reducción de tasas de interés de manera gradual, fomentando un entorno más estable para la inversión y el crecimiento económico.
Y aunque el diferencial de tasas sigue en terreno positivo, el BCRP decidió en octubre mantener sus tasas estables en 5.25%, previendo un ligero aumento de precios en el último trimestre, pues las presiones externas, como la volatilidad en los precios internacionales de los commodities, siguen siendo un riesgo.
¿Qué esperar en la región?
La desaceleración inflacionaria en América Latina ofrece cierto alivio a las economías de la región, ya que permite a los bancos centrales reducir gradualmente sus tasas de interés, lo que a su vez estimula el crédito, el consumo y la inversión.
La desaceleración seguiría siendo gradual, así como el ritmo de relajamiento de la política monetaria, dejando oportunidades de inversión. Aun así, persisten riesgos que es necesario monitorear, como los desequilibrios externos y fiscales.