Columna de opinión en Mercurio Inversiones
En lo que llevamos del año, varios índices bursátiles han alcanzo máximos históricos, expandiendo (nuevamente) la retórica entre los inversionistas de que no sería el mejor momento para invertir en Renta Variable. Veamos si podemos desmitificar este pensamiento habitual.
Pese a llevar poco tiempo recorrido, el 2024 será recordado como el año en el que se rompieron cotas que nunca se habían alcanzado en términos bursátiles. Varias plazas monetarias se han sumado a este titular, destacando entre ellas el Nikkei japonés, el DAX alemán, y el S&P 500, impulsado desde hace poco más de un año por la inteligencia artificial. Por ser el representante de mayor peso cuando hablamos de Renta Variable global, centrémonos en este último para indagar en este asunto.
Existen estrategias que racionalmente pudieran hacer sentido y que nos hablan de “pasar por caja” – o tomar utilidad – tras una buena racha ganadora, incluso en un escenario mejor, cuando las bolsas han llegado a sus máximos. ¿Por qué? Porque se dice casi de manera premonitoria que los índices “no pueden subir mucho más”, que ya han llegado a su techo y, por lo tanto, el mercado corrige. En parte, esto es así, la mayoría de los inversionistas quieren hacer suyas las utilidades obtenidas, venden los títulos y, si esto se produce de manera transversal a nivel internacional, el precio de los valores cae.
Si incluimos todos los eventos y recesiones que han impactado en el mercado desde su nacimiento, tanto de manera negativa como positiva, y sin el afán de predecir, existe un claro ganador en términos de estrategias.
Sabemos que, si tomamos en cuenta las últimas cuatro décadas, el promedio de caídas del S&P 500 ha sido del 14.2%; también que en el 75% de los años, la rentabilidad ha sido positiva y que, si hubiésemos estado invertidos todo el tiempo, sin cambios y manteniendo la estrategia, el retorno anualizado fuese un atractivo 9%.
Complementemos los datos anteriores. ¿Qué tipo de retornos deberíamos estar dispuestos a observar a la hora de invertir en Renta Variable? Para responder a la pregunta, nos ayudaremos otra vez más del tiempo. Por ejemplo, si invierto a un año, tengo que saber que puedo tener una dispersión de retornos (promedios anualizados) entre un -39% y +47%. Y, ¿qué ocurre si en cualquier momento invierto y dejo pasar cinco años? El rango se acota mucho, paso desde el -3% al 28%.
Sigamos. Durante 2023 la Renta Variable americana subió un 24% (sin incluir dividendos) y en 2024 se rompen máximos. ¿Qué hago? Si nos podemos permitir un horizonte de inversión entre 3 y 5 años, y nuestra cartera de inversiones está en línea con nuestro perfil, invirtamos, los análisis están a nuestro favor. La rentabilidad promedio anualizada a un año si invierto en Renta Variable americana se ubica cerca del 11%, llegando al 39% acumulada a tres años. Los datos lucen más positivos, si invierto el día posterior al cual el índice toca máximos. En los últimos treinta años, en los mismos horizontes en términos de métricas, los retornos fueron del 14.6% y del 50.4%.
En conclusión, los máximos están diseñados y destinados para romperse con el “solo” paso del tiempo. Observémoslo en el siguiente gráfico del índice S&P 500 que data de 1970:
Los tramos amarillos son todas las ocasiones en las que el índice ha llegado a máximos históricos. Por supuesto que es cierto que, ante fuertes crisis, como las “puntocom” del año 2000 o la crisis financiera de 2008, se dan periodos en los que se tarda en recuperar, pero es precisamente eso, se recupera. Aterrizando los datos, en promedio, tres meses después de tocar máximos en el 67% de las ocasiones el resultado es positivo con una mediana de retornos del 2.6%. Si tan solo pensamos en 12 meses posteriores (periodo muy de corto plazo para invertir en Renta Variable) en el 73% de las ocasiones el saldo es positivo y con una admirada mediana del 12.1%.
Si bien el concepto de destrucción creativa, asociado a Joseph Alois Schumpeter, economista y politólogo estadounidense, conversa con que los mercados se restablecen gradualmente tras una caída, y lo que hemos querido poner encima de la mesa es que, si conocemos las características inherentes de las inversiones en Renta Variable, no debemos cronometrar al mercado, no debemos buscar el momento exacto o la oportunidad, el éxito nos lo dio y seguirá dando el tiempo.