El Country Manager en Uruguay de SURA Investments, Gerardo Ameigenda, cuenta cómo la compañía se reorganizó para ampliar la oferta e impulsará el acceso a activos alternativos que aporten más rentabilidad.
Fuente: Revista Forbes Uruguay
SURA Investments dio un paso en sus soluciones de inversión para sus portafolios corporativos y de individuos. La multilatina con presencia en Chile, Perú, México, Colombia y Uruguay definió fusionar sus unidades de SURA Inversiones y SURA Investment Management bajo el paraguas de SURA Investments, una plataforma experta en soluciones de inversión y gestión de activos para personas, empresas e instituciones. El Country Manager para Uruguay, Gerardo Ameigenda, revela la estrategia de la compañía.
¿Por qué fusionaron las dos unidades?
Cada unidad de negocio había generado una cartera de unos US$ 10.000 millones. Las dos llegaron a ser un vehículo grande por sí solas, pero se decidió fusionarlas para potenciar los motores de inversión. Así, SURA Investments se gestó como una plataforma de US$ 20.000 millones, dentro de los rangos más grandes en compañías de gestión de activos y manteniendo sus tres segmentos: wealth management, el segmento corporativo, y el desarrollo institucional a través de la generación de productos propios. Con esta nueva plataforma proyectamos duplicar nuestro negocio a nivel regional en cinco años, alcanzando los US$ 40.000 millones en activos administrados.
¿Qué puertas abre esto a sus clientes?
En Uruguay nuestro foco está puesto en las personas y bajo este lineamiento ampliamos nuestras soluciones de inversión y establecimos alianzas con gestoras de clase mundial que nos permiten acercar productos innovadores. Ahora se pueden brindar soluciones a individuos que antes estaban reservadas solo para grandes compañías y viceversa. La escala nos permite ofrecer una gama más amplia de opciones y no limitarlas a un enfoque segmentado por país. Con un vehículo de inversión tan grande se pueden, por ejemplo, mejorar los vínculos con compañías internacionales, tener mejores acuerdos con las gestoras de patrimonio, tener custodios no solo en Uruguay sino también en EE.UU. o Europa.
¿A qué perfil de clientes apuntan?
El foco son clientes con un patrimonio por encima de los US$ 100.000 porque es lo que permite diversificar un portafolio para reducir su riesgo según los distintos perfiles y objetivos. Ofrecemos soluciones personalizadas, integrales y duraderas, que consideran las necesidades individuales para poder alcanzar metas patrimoniales.
¿Dónde ve oportunidades para rentabilizar más los portafolios?
Vemos una gran oportunidad para sumar un porcentaje mayor de activos alternativos, como real estate en toda su gama, infraestructura, deuda privada. Va creciendo, pero es muy chico. Los modelos fijan un porcentaje de estos activos sobre un eje del 20%, contra el 1% o menos que tienen hoy nuestros clientes.
¿Cómo incentivarán un aumento de esta inversión?
Se está buscando cómo vehiculizar esos alternativos que hoy tienen muchos inversores institucionales a los individuos, porque eso mejora los retornos, reduce los riesgos y da más estabilidad a los portafolios. Estamos trabajando con fondos internacionales para ponerle algunas métricas que hagan más amigable la inversión para inversores particulares, como que permitan opciones de salida previas y no esperar, por ejemplo, 20 años a que termine una concesión de una ruta.
¿Qué parámetros establecerán?
La idea es que esos inversores puedan salir cada tres o seis meses y reducir los mínimos para ingresar a unos US$ 50.000. Hoy ese umbral es muy superior, en el entorno de los US$ 10 millones o US$ 15 millones.