Fuente: El Mercurio Inversiones
La temporada de resultados corporativos de las compañías del S&P 500 correspondientes al cuarto trimestre de 2023 se acerca a su fin. Y, si bien en términos generales podemos catalogarla de exitosa, con un 76% de las compañías superando las previsiones de utilidades de los analistas y justificando los retornos de más de un 5% en el índice en lo que va del año, al hacer una revisión más detallada las conclusiones son menos claras.
Al respecto, se advierte que la disparidad entre sectores se acentúa y que el consumo de la población norteamericana ha perdido fuerza, en línea con el fin del exceso de ahorro y liquidez que caracterizaron a los años post-pandemia (2021-2023). Frente a este punto, los datos muestran que, salvo para el quintil más rico, el saldo en términos reales de cuentas de depósitos y Money Market, ya se ubica por debajo de lo registrado en diciembre de 2019.
Esta menor liquidez, sumado al actual escenario de altas tasas de interés, explica que a pesar de que el crecimiento de las utilidades a la fecha se vea robusto (7% respecto al mismo trimestre del año anterior, según datos de Bloomberg), el aumento de las ventas se ve más escueto, con un 4%, y con una menor proporción de sorpresas positivas (cerca de 62%).
Extendiendo la mirada hacia lo que podría ocurrir este año, de acuerdo con cifras publicadas por FactSet, por cada compañía que ha ajustado al alza sus proyecciones para el primer trimestre de 2024, dos han entregado perspectivas más pesimistas.
Estos signos de debilidad, sin embargo, han pasado a un segundo o tercer plano para los inversionistas, que aún se han visto encandilados por las llamadas “Magnificent 7”, cuyos espectaculares resultados del cuarto trimestre han mantenido el sentimiento positivo de mercado, atribuible especialmente a compañías como Amazon, Meta y NVIDIA.
En términos sectoriales, cuadra entonces que los que más destacan sean tecnología, servicios de comunicación y consumo discrecional, con crecimientos de más de 20% en utilidades. El resto de los sectores han tenido resultados más discretos, donde al fondo de la tabla encontramos caída de utilidades en materiales, energía y salud. Para estresar el punto, si excluimos a Apple, Amazon, Google, Meta, Microsoft y NVIDIA, las utilidades operativas del cuarto trimestre de 2023 para el índice mostrarían una contracción respecto al mismo período de 2022.
De esta manera, hay que considerar que hacia los próximos trimestres dos fuerzas se mantendrán en choque. La primera tiene que ver con una desaceleración más pronunciada de la actividad producto de la política monetaria contractiva y sin los excesos de ahorro de los años anteriores, que debiese seguir impactando a las ventas de las compañías y que puede afectar al mercado laboral más allá del leve enfriamiento que hemos visto hasta ahora.
Por otro lado, existe una segunda fuerza que se desarrolla en paralelo y con gran impulso: la inteligencia artificial. Sus avances en los últimos años nos han dejado a todos sorprendidos y que, aún en etapas tempranas, cuenta con un potencial difícil de cuantificar (o incluso imaginar), pero que sabemos que van desde una mejora en la eficiencia de las compañías hasta la redefinición de industrias completas. Hasta el momento solo un selecto grupo de acciones se ha beneficiado de estos avances, llevando a las compañías mencionadas con anterioridad a transar con un premio relevante.
Será tarea del resto de las compañías aprovechar las nuevas tendencias y provocar la innovación necesaria para mejorar sus márgenes y así no quedar a la deriva después de tres años, cuyo motor de crecimiento fueron las bajas tasas de interés y el exceso de liquidez.