SURA Summit invitó a reflexionar sobre el propósito de vida junto al escritor Simon Sinek
Publicado el 12 mayo 2022
Los últimos datos de actividad económica publicados por China dan cuenta de una recuperación más lenta de lo esperado. Si bien la meta de crecimiento para el 2022 autoimpuesta por el gobierno liderado por Xi Jinping era de 5,5%, diversos analistas estiman que es poco probable que se cumpla luego de que la economía se expandiera solo 2,5% en el primer semestre del año. Lo anterior, se explica principalmente por dos razones: primero, por los constantes confinamientos para combatir los contagios de Covid-19 y, segundo, por el estancamiento que está presentando el sector inmobiliario. El objetivo de esta columna es enfocarnos en el segundo. ¿Cuáles son los posibles impactos de lo anterior?
El sector inmobiliario es de gran importancia para la economía de China. Directamente representa cerca de un 15% del PIB del país y si consideramos su peso indirecto en otras industrias, el porcentaje aumenta a 30%. Datos correspondientes al segundo trimestre del año muestran una contracción de 7% del sector en comparación al mismo trimestre del 2021, dando muestras de un estancamiento en la industria.
¿Por qué está ocurriendo esto?
Todo comenzó a mediados del 2021, cuando, para reducir las crecientes deudas del sector, China endureció en las condiciones de acceso al crédito a las empresas, cortando así, una vía de financiamiento. Esto, en vez de generar los efectos deseados, terminó desencadenando una serie de suspensiones de pagos. El caso más emblemático fue cuando la inmobiliaria Evergrande hizo default por más de US$300 mil millones. Actualmente se estima que existen cerca de 30 compañías con pasivos de más de un billón de dólares que han incumplido con parte de sus obligaciones de pago de deudas.
Lo anterior hizo que gran parte de los proyectos anunciados se retrasaran, generando que muchas personas dejaran de pagar sus créditos hipotecarios al no tener certeza de cuándo podrán tener acceso a sus viviendas ya compradas, impactando en la confianza hacia la industria. Un informe de Bank of America estima que aproximadamente un 9% de los edificios vendidos en 2020 y 2021 corren el riesgo de no completarse en el tiempo previsto.
¿Cuáles son los impactos que ha generado esto en la economía China?
Es en este contexto, que muchas cifras macroeconómicas relacionadas a la industria han mostrado una fuerte desaceleración en el último año. Los datos interanuales de agosto nos muestran que las ventas de propiedades residenciales cayeron 30%, mientras que el precio de las casas nuevas disminuyó 2% y la inversión en propiedades retrocedió 7,4%.
A nivel local los bancos provinciales ya han salido a rescatar inmobiliarias y es posible que tengamos novedades a nivel nacional una vez finalizado el congreso del partido comunista chino que se está llevando a cabo durante esta semana, en donde se espera que Xi Jinping sea reelegido como presidente por un tercer mandato.
¿Cuáles son los principales riesgos?
El principal riesgo actualmente es que el sector inmobiliario se siga deteriorando, impactando así negativamente en el crecimiento de la actividad en China. De la misma manera, muchos de los bancos del país son de propiedad estatal, por lo que los efectos de las políticas aplicadas por el gobierno debiesen ser más directos. Es por esto, también, que las probabilidades de un contagio al mercado financiero global son acotadas.